En los últimos años, mucho más desde que esta pandemia por coronavirus nos ha obligado a utilizar mascarillas y tapabocas, la blefaroplastia se ha convertido en uno de los tipos de cirugía de rejuvenecimiento más demandadas por pacientes sin distinción de edad.
Y es que, la blefaroplastia es, además, una de las intervenciones quirúrgicas menos invasivas, refresca la mirada de forma natural aprovechando el pliegue del párpado superior para utilizarlo como un manto que esconde la cicatriz que toda incisión provoca en la piel.
Otro hecho que ha incidido en que cada vez más personas opten por mejorar su expresividad facial y se inclinen por realizarse una blefaroplastia es que, el postoperatorio no es para nada traumático o doloroso. Tan solo basta con algunos analgésicos para recuperarse.
Una vez salido de quirófano, el paciente debe observar una serie de protocolos y pautas que el médico tratante estime convenientes. Sin embargo, en casi todos los casos son las mismas.
Lo primero es usar gafas para protegerse de los rayos del sol durante el trayecto desde el centro médico hacia la casa. Es muy probable que, luego de la operación el paciente se vuelva hipersensible a la luz.
También, es probable que el ungüento recomendado por el especialista durante la cirugía cause una visión borrosa. Sin embargo, esto no es un problema mayor, ya que es algo temporal que se soluciona muy rápidamente. En cuestión de unas 24 horas, a lo sumo, el paciente volverá a su normalidad visual.
En el caso de que la persona utilice lentes de contacto, debe sustituirlos por unos anteojos de montura y dejarlos por espacio de al menos unas dos semanas hasta después de la intervención.
Otro de los cuidados esenciales que se debe tener en cuenta después de haberse sometido a una blefaroplastia tiene que ver indudablemente con la alimentación. Durante los primeros 3 a 4 días después de la operación, es necesario ingerir alimentos blandos y en porciones pequeñas.
Entre los productos más adecuados para comer se encuentran, por ejemplo, los quesos blandos, las frutas blandas, muchos vegetales bien cocidos al vapor, yogures, pan y proteína cárnica, preferiblemente molida y lo más tierna posible.
Resulta más que obvio el hecho de que, además de todos los consejos y cuidados anteriormente recomendados, el descanso y el reposo absoluto son esenciales para recuperarse de una blefaroplastia de una manera rápida y satisfactoria. Para ello, y como ya se tendrá sobreentendido, se debe evitar realizar cualquier tipo de esfuerzo o ejercicio físico.
A la hora de dormir, hacerlo con la cabeza elevada y apoyada sobre varias almohadas, unas dos o tres bastan. Se debe mantener esta posición por unas dos semanas, o hasta que el médico así lo indique.
Las gotas para los ojos, las compresas frías y la solución salina son claves para el cuidado y alivio de la región de los ojos después de una blefaroplastia. Antes de la operación, la enfermera se encargará de mostrar al paciente y demás familiares cómo usarlas correctamente.Lo primero es, con las manos bien limpias, aplicar la compresa fría sobre los párpados cada 10 a 15 minutos y dejarla por ese mismo espacio de tiempo. Si el paciente manifiesta seguir conservando una visión borrosa, entonces se aplican sobre los ojos las gotas de solución salina.