Someterse a una lipoescultura, así como a cualquier cirugía tiene diversos riesgos, después de todo, se anestesia al paciente con el fin de intervenir su cuerpo. Por ese motivo, siempre se busca que el procedimiento sea lo más seguro posible, con el fin de evitar una posible complicación que termine por dañar la apariencia de la persona, o lo que es peor, de causarle algún daño permanente.
Existen requisitos genéricos que se repiten en la mayoría de los procesos quirúrgicos y otros más específicos, que están enfocados en brindar la mayor seguridad posible al paciente que quiera eliminar grasa de su organismo a través de una lipoescultura.
Antes de acceder a esta solución definitiva, vale la pena tomar en serio algunas recomendaciones que ayudarán a que los resultados sean mejores. Todos los interesados necesitan conocer también que esta no es una cirugía con la que se pueda controlar el apetito, reducir el estómago o mejorar mágicamente la apariencia de una piel flácida.
Entre los requisitos que se deben considerar al optar a una lipoescultura destacan los siguientes:
Muchos creen que podrán solucionar sus inconvenientes con el peso quitando la grasa localizada, y nada podría ser más diferente. No se puede adelgazar a una persona quitando porcentajes de grasa en zonas muy puntuales, porque habría que hacerlo en gran parte del cuerpo, y aun así no se solucionaría el problema de fondo.
Si se tiene un 25% de grasa en el organismo, y el médico sugiere otros métodos para mejorar el aspecto, lo mejor será no insistir y apegarse a las recomendaciones.
Cuando se saca una gran cantidad de grasa, es posible que la piel quede suelta debido a que el relleno que tenía se ve reducido. Existen métodos que ayudan a que la piel se contraiga, sobre todo los que se manejan a través del láser.
De todas formas, la idea es que la zona esté muy elástica y sana para que soporte el procedimiento, son factores que terminan mejorando el resultado final.
Las razones son más que obvias: la anestesia, medicación para el dolor e implementos que se usan durante y después de la cirugía podrían causar daños al feto que se está gestando. Por otra parte, cuando la mujer está embarazada pasa por grandes cambios físicos; es común el aumento drástico de peso, aparición de flacidez debido al estiramiento de la piel y problemas cutáneos como hipersensibilidad.
Muchos cumplen con los requisitos básicos, pero poseen enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes, lo que genera un gran conflicto para el cirujano. Es extremadamente peligroso someter a una persona que padece de una enfermedad crónica a una operación, y más cuando se trata de una estética.
En todo caso, es necesario ir a un especialista que haga las pruebas necesarias para evaluar la condición, y luego emitir un informe donde indique que el padecimiento está controlado y que recomienda realizar el procedimiento.
La lipoescultura es una gran solución para tener la grasa corporal bajo control, sin embargo, no es un tratamiento milagroso que pueda practicarse cada vez que se sube de peso. No se elimina estrías con la lipoescultura, por lo que no debe esperarse una apariencia perfecta.
El especialista que trate el caso podrá advertir estas singularidades, con el fin de ser realistas y respetar el margen de posibilidades. El objetivo final es garantizar al paciente una mejor imagen sin afectar su salud.
Como en todo procedimiento quirúrgico, es importante que las personas tomen en cuenta que la mente y el cuerpo deben estar en buenas condiciones, antes de someterse a esta cirugía.