La rinoplastia es un tipo de cirugía estética cuyo objetivo es modificar la simetría, la forma y el tamaño de la nariz. Tratándose de una zona tan delicada, dicho procedimiento quirúrgico debe ser realizado siempre en un quirófano.
La operación de nariz puede, no solo disminuir sino también aumentar el tamaño de la misma, transformar la punta o el dorso, estrechar los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior.
También ayuda a corregir ciertas afecciones y problemas congénitos, traumatismos y algunos problemas respiratorios. Entonces, si se alberga la posibilidad de someterse a una rinoplastia, lo primero es obtener información básica acerca de la cirugía, en qué casos se indica, cómo se lleva a cabo la operación, dónde y qué resultados se pueden esperar.
Los candidatos ideales para entrar a quirófano son aquellas personas quienes buscan dar a su apariencia una mejoría y no una perfección absoluta.
Si el estado general de salud de la persona es bueno, tiene una estabilidad psicológica y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. La intervención de nariz mejorará su apariencia y con ello su autoestima y su autoconfianza.
Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que antes de decidir si se va a realizar una rinoplastia, es necesario pensar bien qué se quiere lograr y discutirlo con un cirujano plástico experto en la materia del embellecimiento facial.
La edad es otro factor que también debe considerarse. La mayoría de los cirujanos plásticos prefieren no realizar una rinoplastia hasta que la nariz no se haya desarrollado en su totalidad.
Se recomienda que, en el caso de las niñas, la edad no sea menor de 14 ó 15 años. Mientras que, en cuanto a los varones, la operación debe llevarse a cabo después de cumplidos los 18 años.
Asimismo, es importante revisar y comprender los cambios emocionales y sociales de los adolescentes, y asegurarse de que son ellos y no sus padres o representantes los que quieren someterse a una rinoplastia.
La rinoplastia se realiza siempre en quirófano, dentro de una clínica. Normalmente, el paciente permanece en dicho centro médico algunas horas tras la cirugía, dándose el alta el mismo día.
Es posible aplicar anestesia local o general, según sea el caso y dependiendo del nivel de complejidad de la intervención y las preferencias del médico cirujano plástico.
Si se realiza con anestesia local más sedación, el paciente se sentirá relajado y la nariz y sus alrededores no dolerán; en cambio, con anestesia general, el paciente simplemente dormirá durante la operación.
Una cirugía estética de nariz suele durar entre 1 y 2 horas, aunque en casos que tengan una mayor complejidad, esta puede llevar algún tiempo más. Durante la operación, la piel de la nariz se separa de su soporte, compuesto por hueso y cartílago, para luego ser esculpida con la forma deseada.
Finalmente, cuando se completa la cirugía, se colocan tapones nasales en ambos orificios para evitar el sangrado y estabilizar el tabique nasal.
En la mayoría de los casos, dos días son suficientes para restablecerse luego de haber sido sometido a una rinoplastia. Sin embargo, es posible que, durante las primeras 24 horas el paciente sienta hinchazón en el rostro, molestias a nivel nasal y dolor de cabeza, lo cual es absolutamente normal y cede fácilmente con la medicación debida.