La rinoplastia es una intervención quirúrgica realizada en la zona nasal que requiere que sigas algunas recomendaciones antes, durante y post la operación.
Es muy importante que te asesores con tu cirujano plástico de confianza, identifiques las zonas de tu nariz que no te gustan y quieres cambiar.
Son muchas las narices que han despertado una vorágine de pasión a lo largo de la Historia: ¿quién no recuerda a la bella Julia Roberts, a Lady Diana Spencer y a otras mujeres hermosas protagonistas de portadas de revista?
Desde luego, cada rostro es diferente y, es absurdo pensar en igualar a tal o cual persona; esto es, sin más, que lo que queda bien a los demás no necesariamente tiene por qué quedarte bien a ti.
¿Ya sabes con exactitud qué quieres lograr con la operación? No cabe duda de que, la nariz es uno de los principales elementos constitutivos de nuestra personalidad, por eso antes de acudir a la consulta para realizarte una rinoplastia, para tu seguridad es necesario que prestes atención a algunas recomendaciones y pases el mejor postoperatorio posible:
Este primer punto es esencial. Ya lo decíamos antes, cada rostro es diferente por gracia natural. Si bien hay narices que se ponen de “moda” y llevan a muchas personas a acudir a una rinoplastia, no te dejes llevar demasiado por estas tendencias.
Es importante, sin embargo, que estés bien claro, o clara, acerca de cómo quieres que sea tu nariz. Por eso, la mejor decisión que puedes tomar previa a la rinoplastia es dejarte llevar de la mano por tu cirujano tratante.
Te recomendamos evitar el tabaco, el consumo de alcohol y seguir una dieta balanceada y ligera algunos días antes de someterte a una rinoplastia.
Fumar provoca vasoconstricción en los capilares sanguíneos lo que, en el caso de la rinoplastia, dificultará la llegada de nutrientes y de oxígeno a la zona de la nariz, con lo que se mermaría la capacidad de cicatrización.
Consumir alcohol también está desaconsejado durante la semana anterior a la operación de cirugía plástica de nariz, pero, sobre todo, no se debe ingerir durante el día anterior a la operación, ya que, incrementa el riesgo de sangrado durante y después de la operación.
Inmediatamente después de la operación, debes tratar de mantener los apósitos limpios para evitar infecciones, y colocar frío en la zona nasal para reducir la hinchazón.
En cuanto a la posición de la cabeza, lo más recomendable es que eleves la parte superior del cuerpo, al menos durante el primer día tras la operación de nariz. Con esta posición ligeramente elevada de la cabeza se evitan presiones y se reduce la inflamación.
Una vez transcurridos los primeros treinta días tras la operación, comenzarás a ver los resultados finales y podrás comenzar a llevar una vida normal, aunque debes mantener ciertos cuidados.
Por ejemplo, es importante que, durante los dos o tres primeros meses evites la luz solar directa, el frío y el viento en la zona operada, y no realices movimientos bruscos que puedan afectar a la zona de la nariz. Toma los medicamentos en las dosis y tiempos indicados por tu médico.
Un último consejo importante, es que debes evitar por un tiempo la realización de actividades que requieran de algún contacto o esfuerzo físico, es una acción preventiva.