¿Cuál es la mejor edad para hacerce una rinoplastia? La adolescencia puede resultar un periodo confuso para muchos, de hecho la inseguridad sobre algo tan visible como la nariz deriva en consecuencias negativas, tales como la baja autoestima y problemas de interacción con los demás.
Lo que pocos saben es que cuando un adolescente estima realizarse una cirugía de nariz, existen ciertos factores muy distintos a los que considera un adulto.
En esta etapa siempre surgen decisiones impulsivas, de presiones de grupo, burlas y autocrítica, por lo que no resulta raro que acudan adolescentes a un cirujano plástico buscando realizarse una rinoplastia.
Veamos algunas de las ventajas de una cirugía de nariz en la adolescencia:
Debes saber que cuando un niño alcanza los 10 años de edad, la nariz ya tiene su forma definitiva, pero en tamaño seguirá creciendo. En las mujeres, sus dimensiones aumentarán hasta que cumplan 15 ó 17 años y en el caso de los hombres crecerá hasta los 19 años.
Realizar solo unos cambios singularmente pequeños en la estructura de la nariz, por lo general medidos en milímetros, generan una gran diferencia en la apariencia del paciente.
La mayorìa de las veces, es posible que un cirujano experimentado logre resultados con los cuales ambos estén satisfechos, lo que es sumamente importante.
Pero en algunas situaciones distintas, esos pequeños cambios pueden no ser suficientes, así que en tal caso ambos pueden decidir si hacer una segunda cirugía para lograr mayores mejoras.
Si esa fuera la opción que deseas, por lo menos debes esperar un año para la cirugía de seguimiento, ya que la nariz puede sufrir cambios durante ese tiempo.
Sin embargo, es importante que tanto los padres como el adolescente estén conscientes de lo realmente importante, es decir que manifiesten una preocupación específica y tengan metas prácticas y realistas.
Por ejemplo, si un adolescente tiene la nariz abultada y pide un cambio, su queja es específica.
Si la meta es tener una nariz recta porque se siente más seguro de sí mismo, probablemente el resultado se logrará y este resultará un excelente candidato para una intervención.
En cambio si el paciente cree que el cambio de su nariz recta aumentará su popularidad, la meta no será realista y el adolescente no será un buen candidato para el procedimiento. La persona debe tener el compromiso de demostrar madurez y comprender el procedimiento, así como sus riesgos y consecuencias.
Una última recomendación al respecto es que previo a este tipo de cirugías se converse con el cirujano sobre cómo pueden verse afectadas temporalmente la dinámica de vida de los pacientes de corta edad, por ejemplo asistir a clases del colegio o universidad, entrenamientos deportivos, prácticas de baile y hasta eventos sociales.
En función de tu caso, el especialista te informará el periodo de recuperación de la rinoplastia y cuándo volverás a tu vida totalmente normal.