El objetivo principal de una rinoplastia que sea estética y funcional es básicamente el respeto a los tejidos y estructuras de la nariz resultando en un tratamiento global, por dentro y por fuera, para posibilitar mejoras de ambos aspectos a la vez.
No cabe duda de que la forma y la función de la nariz se encuentran relacionadas íntimamente.
En muchas ocasiones una nariz torcida es menos bonita y al mismo tiempo dificulta la respiración, o una nariz demasiado estrecha pero con una gran giba además de resultar menos atractiva puede dificultar el paso del aire dado el escaso diámetro de la fosa nasal.
Con este procedimiento, que combina la rinoplastia estética y funcional, se busca un resultado óptimo en cuanto al aspecto y el funcionamiento nasal.
Estéticamente hablando se realizan cambios naturales y no tan exagerados.
El procedimiento carece de los típicos estigmas que todos conocemos cuando se realizan técnicas más agresivas y sin realizar reconstrucción o conservación de las estructuras nasales fundamentales.
El concepto moderno de rinoplastia estética y funcional sin duda alguna supera posturas pasadas de la rinoplastia en la que solo se quitaban tejidos, y no se realizaba ninguna reconstrucción con finalidades estéticas.
Esto producía resultados funcionales negativos importantes a largo plazo.
En la actualidad los cirujanos tienden a ser mucho más conservadores y respetuosos con los tejidos nasales al realizar una cirugía de nariz, a la vez que se dedican a reforzar las zonas estructurales de la misma para corregir los problemas tanto obstructivos como estéticos.
La intervención puede ser realizada tanto en hombres como en mujeres, y el diagnóstico y la planificación del tratamiento en cada caso es individual.
Hablamos de una intervención en la cual se realizan unas incisiones muy pequeñas en el interior y en la zona inferior de la nariz, para que no sean visibles, por las que es posible abordar tanto el interior como el exterior de toda el área nasal.
En este procedimiento es posible corregir las deformidades del tabique nasal y así mejorar la función respiratoria.
También posibilita trabajar la pirámide nasal, es decir: los cartílagos y huesos que le dan su forma, para modificarlos y de esta manera mejorar estéticamente la nariz.
El abordar los problemas nasales, debe ser una cuestión integral y por lo tanto las correcciones a realizar, variarán en función de los defectos funcionales y estéticos del paciente, sus preferencias y por supuesto, las posibilidades técnicas.
De tal manera, la rinoplastia estética responderá a fines meramente correctivos, así tendremos casos en los que bastará con disminuir una giba o afinar una punta y en una cirugía de nariz funcional será preciso recurrir a injertos de cartílago auricular o costal para realizar una reconstrucción adecuada.
Un cirujano especializado está en la capacidad de atender tu caso y explicarte detalladamente cómo será tu operación, los pasos a realizar y el mejor cuidado postoperatorio.