La rinoplastia es una intervención quirúrgica que se practica a nivel de la nariz y que, si bien es una de las cirugías más famosas del mundo, muchos pacientes se cuestionan todavía en realizarla, pues son muchos también los mitos y las verdades que la rodean.
Se piensa, en primer lugar, que es la mejor arma para combatir los ronquidos, ya que se suele respirar con mayor facilidad; que es dolorosa; que los resultados se ven artificiales y que cualquier cirujano está en capacidad de operar a nivel nasal.
¿Rumores o ciertos? Pasemos a desmontar y a explicar en su verdadera esencia a continuación.
Dentro del pensamiento colectivo es común creer que todas estas afirmaciones son ciertas, pero en realidad son solo un mito, conócelas:
A la pregunta que muchos se hacen con relación a la erradicación del problema del ronquido a través de una rinoplastia la respuesta es negativa. No, porque, al contrario de lo que se piensa, los ronquidos normalmente se producen por la carencia de espacio aéreo en el tercio inferior de la cara o la mandíbula.
Dicha falta de espacio en la región nasofaríngea provoca que el aire haga vibrar el paladar, produciendo el sonido que conocemos como ronquido. Es mucho más efectivo tratar a los ronquidos con otro tipo de cirugías relacionadas con el paladar, o bien mediante tratamientos de la apnea del sueño.
Contrario a lo que se cree, la intervención no produce dolor alguno. Se trata de una cirugía en la cual el paciente no sufre ningún tipo de dolencia, ya que las operaciones se realizan bajo anestesia local tumescente.
El uso de anestesia local ofrece también otros beneficios al paciente, tales como una recuperación casi inmediata tras la cirugía y, por tanto, una convalecencia postoperatoria mucho más breve y confortable. Ojo, de ser necesario, también se pueden recetar algunos analgésicos durante los primeros días.
El objetivo central de una intervención quirúrgica nasal como la rinoplastia es lograr un resultado natural en la nariz, que esta se vea única e integrada a la perfección al rostro de cada persona.
Verdades sobre la rinoplastia
Una vez despejadas las principales dudas acerca de la intervención quirúrgica de la rinoplastia, hablaremos de las verdades y de los beneficios que esta operación aporta a los pacientes.
Al contrario de lo que se cree, la rinoplastia no solo se limita al hecho meramente estético, sino que es ampliamente recomendada para todos aquellos quienes observen problemas para respirar, porque, además del aspecto físico, lo que se busca es mejorar el proceso respiratorio de la persona, es decir, en dicha intervención se conjugan estilo y función, todo de una sola vez y en un solo procedimiento.
Por encima de las bondades estéticas y funcionales que ofrece una rinoplastia, ésta también incide en el aspecto psicológico de la persona, ya que le aporta la satisfacción personal de haber arrancado de raíz cualquier complejo pasado.
Luego de salir de quirófano, el paciente ganará en autoestima y en autovaloración, aumentando su seguridad y confianza.
Si bien los resultados totales no se notan en forma inmediata, sí son permanentes.
Sin embargo, es posible que, durante el proceso postoperatorio aparezca un poco de inflamación que irá desapareciendo en los primeros días, por lo que, tras la intervención se puede llegar a experimentar un gran cambio en la nariz, pero este no será definitivo hasta pasados unos meses.